Antonio Sánchez Molledo, Cronista Oficial de Malanquilla, en unión de la Junta Rectora de la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales (RAECO), es recibido en audiencia en el Palacio de la Zarzuela por S.M. El Rey Don Felipe VI, Miembro de Honor de la Real Asociación. Entre ambos, el Cronista de Soria, Don Miguel Moreno, ya fallecido y de inolvidable recuerdo.

Un cronista, como un notario de nuestros tiempos, da fe de los aconteceres con imparcialidad y objetividad, por eso mi crónica de la Romería de Bijuesca va a ser diferente.
Vaya por delante mi profundo respeto a la tradición y mi más sincera felicitación para los organizadores de un evento que ha movilizado a miles de personas. Enhorabuena al ayuntamiento de Bijuesca, a mi querido alcalde Angel Marín y a los ayuntamientos de los pueblos que conforman la Concordia, con sus regidores al frente, que han sido capaces de movilizar a una sociedad cada vez más descreída.

Quizá la mayor diferencia de ésta «Saca» con respecto a la anterior de 1996, sea la sobreexposición del antes y el después en los medios de comunicación y en las redes sociales lo que va a permitir que exista un importante material gráfico para el futuro.
Sin embargo los textos pecan de falta de originalidad y no son sino una copia entre unos y otros sin aportaciones notables. Es verdad que se trata de un acontecimiento sin fuentes documentales históricas, lo que favorece las especulaciones y leyendas. A falta de antecedentes ciertos me interesa resaltar cómo va cambiando la sociedad. La última «Saca» fue en 1996. 25 años más dos de pandemia que no han servido para incrementar el número de participantes de cada pueblo de la Concordia, -ya saben esos 9 pueblos a los que Bijuesca ayudó durante una prolongada sequía y que decidieron agruparse para peregrinar cada 25 años al Santuario de la Virgen del Castillo, Patrona de la localidad de la que recibieron tan necesaria ayuda- sino para todo lo contrario, cosa natural por el elevado número de fallecimientos y escaso de nacimientos, amén de la desacralización de los tiempos presentes donde la Iglesia tiene un papel secundario.

Y llama la atención cómo un acontecimiento religioso se celebra cada vez más por lo civil. Lo vimos en Bijuesca y lo vemos en las fiestas patronales de nuestros pueblos. Prima la algarabía y la fiesta callejera a la religiosa. De las cuatro mil personas que -según los organizadores- se dieron cita ayer en la romería, unas 300 asistieron en la plaza mayor a la Eucaristía presidida por el Obispo de Tarazona mientras los kioscos de bebidas y viandas rebosaban. Eso sí, algo hemos ganado… El pueblo se convierte en transmisor de noticias con tan asombrosa inmediatez como nula elaboración, a excepción de algunos trabajos que sí merecen mi total reconocimiento. Casi más móviles que personas vieron descender a la Virgen por la escalinata de su ermita. Para la mayoría, lo importante era captar el esperado momento y que todos supieran lo que en ese preciso instante estaba sucediendo.
Es un anticipo de lo que veremos -Si Dios nos lo permite- dentro de 25 años cuando la Virgen del Castillo vuelva a las calles de Bijuesca. Y nos volveremos a sorprender seguro, aunque vete tú a saber con qué…

El Partido Popular logra la mayoría absoluta en Malanquilla por lo que Ernesto Marin Nievas revalida su cargo como alcalde.
Enhorabuena a los ganadores y a quienes habiendo perdido, apostaron por Malanquilla, poniendo su ilusión al servicio de los demás.
Enhorabuena a los votantes que han celebrado con su voto la fiesta de la democracia.
Es hora de pensar en lo mejor para Malanquilla y a esa tarea me ofrezco nuevamente a la reelegida corporación. Quedan proyectos pendientes y otros que habrá que idear para que Malanquilla siga siendo referente cultural y turístico.
Bienvenida sea esta nueva etapa ilusionante al servicio de Malanquilla.
Entramos en recta final hacia unas elecciones que determinarán la composición de ayuntamientos y comunidades autónomas. En todos los casos le elección será decisiva para la buena administración de nuestros conciudadanos y sus intereses. De ahí la importancia de participar en las elecciones. Para exigir o reprochar hay que votar.
En Malanquilla son varias las candidaturas que optan a dirigir los destinos del pueblo desde el sillón municipal durante los próximos cuatro años. De la buena elección depende su futuro inmediato, su viabilidad como pueblo y la mejora necesaria de los servicios.
Mi felicitación a todos los que han decidido dar el paso de presentarse porque me consta su ilusión y su sentido del deber. Ahora le toca a Malanquilla escoger. Que Dios reparta suerte.
Este cronista siempre estará con Malanquilla y la corporación que el pueblo designe.

Malanquilla prepara su presencia en la Saca de la Virgen del Castillo

Un acontecimiento que se repite cada 25 años, al menos desde 1711, merece una organización especial. Malanquilla, uno de los pueblos de Concordia que Bijuesca acogerá el próximo día 4 de junio, junto a Reznos, Berdejo, La Alameda, Clares, Carabantes, Torrelapaja, Deza y Torrijo, se encuentra inmerso en los preparativos para la gran cita.
El origen de la tradición comienza con una atroz sequía que asoló los pueblos vecinos, que dependieron de Bijuesca como único suministrador de agua. En agradecimiento, todos los pueblos beneficiados acordaron sacar a la patrona cada 25 años.
Sea como fuere, el próximo 4 de junio, tras un retraso de dos años debido a la pandemia, volverán a reunirse los pueblos de la Concordia, con banderas, curas y alcaldes al frente.

De Malanquilla se espera una nutrida representación. En torno a 150 personas integrarán el cortejo que tiene sus reglas. Serán recibidos por el alcalde de Bijuesca a primera hora de la mañana, al igual que se hará con los restantes pueblos. La tradición marca que durante ese día el alcalde de Reznos ostente el mando para lo cual el de Bijuesca le entrega en el momento del saludo los atributos correspondientes.

Tras los saludos, todos los pendones y banderas subirán procesionalmente hasta la ermita de la Virgen del Castillo para acompañarla en su bajada al pueblo. Otra curiosidad es que en el interior de la capilla únicamente los sacerdotes serán los encargados de hacer llegar la peana con la imagen hasta la puerta, donde ya sí la tomaran los asistentes designados al efecto.
Todo un día lleno de actividades con Eucaristía solemne presidida por el Obispo de Tarazona, comida popular, festival de jotas…
Al acto está prevista la asistencia de numerosas personalidades políticas como el presidente de las Cortes de Aragón, senadores y diputados, representantes comarcales y alcaldes.
Un acontecimiento que no volverá a repetirse hasta 2048.


En el Archivo Parroquial de Malanquilla (A.P.M.) y en concreto en el Quinque Libri, se relata la visita Pastoral de fray Diego de Yepes, obispo de Tarazona, el 16 de septiembre del año 1607. En ella se ordena que en seis meses “redifiquen dicho humilladero de manera que sea capaz y espacioso con la decencia y ornato que se requiere”, en cumplimiento de la última voluntad de Mosén Juan Ruiz de Liori, en la que se había incluido un legado para la reparación del Humilladero. Ahí encontramos la datación de la actual fábrica.
Estamos ante un sencillo espacio sagrado, de cabecera recta con una única nave que se cubre con bóvedas de lunetos decoradas con yesería.
Presidiendo el espacio, en la cabecera, se encuentra el retablo del Santo Cristo, fechable, según el historiador Cortés Perruca, en torno a la década de 1740-1750, posiblemente, realizado en el taller de la familia Romero quienes trabajaron profusamente en la zona. Según este mismo autor, el retablo sería posterior a las imágenes del Cristo, la Virgen y San Juan, que podrían haber sido realizadas entre 1600 y 1650.#
El retablo está realizado en madera parcialmente dorada. Consta de un banco de pequeñas dimensiones, cuerpo central y remate semicircular.


En Navidad el Niño Jesús nace en Malanquilla y cada Semana Santa muere en la Cruz. Es el ciclo natural de la vida. Lo mismo que los campos se tiñen de tonos ocres y marrones hasta que con la primavera reverdecen y se pueblan de amapolas precursoras de un calor necesario para llegar a la cosecha. Y es que Malanquilla es el mundo en pequeñito; cada etapa, cada momento, tiene su reflejo y se vive con el mismo espíritu que en cualquier otro lugar, aunque eso sí, sin aglomeraciones ni artificios. Malanquilla es la esencia donde perdura lo verdaderamente auténtico frente al sensacionalismo, la algarabía y, en no pocas ocasiones, la sin razón. Hay algo más bello y natural que el Viacrucis del Viernes Santo, acompañando a la Virgen de la Soledad por el monte “Tejado”?. Se busca muchas veces la mejor imagen de un cristo entre las callejas estrechas de nuestras ciudades, idealizamos la Semana Santa trayéndola a nuestros días, olvidando que cuando se produjeron los hechos que celebramos, Judea se parecía más a Malanquilla que a la Sevilla de hoy, por mencionar sólo una de las grandes ciudades penitentes. Por eso la bajada con la Virgen en andas entre las rocas, los caminos de tierra, entre los árboles y rodeados de un grupo de fieles representa a la perfección el viacrucis y el calvario de Jesús poco antes de expirar en la cruz.
Podía ir más engalanada y con más ricos ropajes la imagen y sus andas, podíamos incluir delante docenas de penitentes, catafalcos, velones y damas ataviadas con mantillas, probablemente ganaría en vistosidad, pero no sería Malanquilla la auténtica. Otra forma de disfrutar estos días donde lo esencial se preserva y permanece inalterable.


La Semana Santa en Malanquilla huele a incienso y a recuerdos de juventud. Hubo un tiempo en el que, durante algunos años, viví estos días de pasión en Malanquilla. Cada Semana Santa aquel recuerdo me persigue porque su autenticidad dejó huella en mi mente. Con 20 años uno es impresionable y algunas cosas, por infrecuentes, se apoderan de nosotros. Uno con 20 años, tiene grabadas en su retina las imágenes de las semanas santas convencionales, con grandes pasos, bandas de música imponentes, miles de flores y penitentes… y nada de esto se encuentra en Malanqulla. Quizá por eso, por el contraste, los días de pasión quedaron grabados entre los recuerdos imperecederos. Es como pasar del blanco al negro sin gama de grises intermedios. Malanquilla es autenticidad y recogimiento, sobriedad y devoción contenida. Malanquilla apuesta por lo natural frente al artificio. No busques candelería de plata reluciente ni ornamentos decorativos suplérfluos; para eso tienes mil sitios. Acércate si quieres vivir unos días diferentes en el paisaje que inspiró composiciones artísticas que hoy pueblan los más importantes museos: campo, alguna casita, un grupo reducido de gente acompañando a Jesús en el Calvario, ovejas que se cruzan durante el Viacrucis…
Imagina un belén en Navidad. Todos compramos figuras que nos acerquen al paisaje que más nos recuerda esas fechas; nieve, abetos, estrellas… Pues todo eso se da en Malanquilla porque Malanquilla es así. En Navidad un Belén que en Semana Santa se convierte en la Judea que en los años 30 d.C. tuvo como escenario la muerte del Redentor.
Malanquilla, la belleza de lo natural.

No deja de sorprender que cuando nuestros políticos se enzarzan en discusiones bizantinas bajo la excusa de amar a Aragón más que nadie, una mujer de Malanquilla, deje su legado de 1,9 millones de euros a la Asociación Española contra el Cáncer con la única condición de que se beneficie su comunidad autónoma. Eso es amor a la tierra.
Sorprende también su gesto altruista en una sociedad banal e inconsistente llena de excentricidades donde el dinero cambia de mano y se malgasta sin ningún pudor.
Esta donación en cambio va a permitir que Aragón cuente con una unidad pionera -que llevará su nombre- de investigación y diagnóstico avanzado para tratamiento del cáncer.
El amor a la tierra, que ella siempre llevó por bandera, se demuestra con hechos no con peleas de patio de colegio. Nuestros políticos deberían tomar nota y tributar un merecido homenaje de reconocimiento a Clementa Soria, una malanquillana y aragonesa ejemplar. Con su legado todos nos vamos a beneficiar.

Leo con satisfacción en el boletín on line de la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales, a la que pertenezco desde hace 41 años, la designación y toma de posesión de varios nuevos cronistas -hombres y mujeres- de municipios de España que vienen a engrosar la nómina de estos influencers del siglo XXI, en acertada definición de mi compañero el cronista de Alcalá de Henares y que verifica el excelente estado actual de esta figura, en ocasiones tan denostada como necesaria en estos tiempos a pesar de Google.
Hay muchas personas en nuestros pueblos y ciudades que ya vienen ejerciendo como tales aún sin el nombramiento oficial que lo certifique. No es cuestión de ponerse a buscar si fulano o mengano son aptos para este reconocimiento; se trata de mirar alrededor y oficializar lo que de facto ya viene sucediendo.
Señores alcaldes y concejales, en Aragón hemos perdido otra legislatura esperando… y no nos quedan muchas más. Las docenas de localidades pequeñas que ven peligrar su existencia, tendrían que ser las primeras en nombrar a sus cronistas. No cuesta nada, el cargo es gratuito y el éxito está casi asegurado y quien sabe si ese éxito colectivo no será a medio plazo determinante en el deseado y anhelado resurgimiento de las poblaciones.
Las redes sociales multiplican por cien nuestro mensaje, por eso hoy son más necesarios que nunca los cronistas. Aprovechemos para la causa este magnífico altavoz. Mi dedicación a Malanquilla se ve hoy recompensada con el seguimiento, aprecio y cariño de miles de personas, algo impensable hace unas décadas.
Bienvenidos sean esos nuevos cronistas que servirán de revulsivo para el colectivo y ojalá que de estímulo e imitación a otras localidades.

Solemos decir que un pueblo tiene magia cuando sin saber muy bien por qué nos atrapa, nos envuelve y nos hace volver la mirada cuando nos alejamos como queriendo retener su imagen en nuestra retina.
Malanquilla no tiene mar, aunque lo tuvo, no conserva el más rico patrimonio monumental, aunque tiene lo suyo, no es el pueblo más bonito, aunque resulta chulo. Y por qué entonces solemos escuchar que Malanquilla tiene magia? Pues porque sin ser el principio y el fin de todas las cosas, reúne todo cuanto pedimos cuando hacemos turismo. Su propia localización, a poco más de una hora en coche de la capital, Zaragoza y a algo más de media de Soria, la capital castellana más próxima, hacen de este pueblo un lugar cercano y asequible para muchos. Sus monumentos, especialmente el molino de viento, archiconocido, fotografiado y de gran exposición en redes sociales, contribuyen también a ello, porque sin ser de una grandiosa monumentalidad, sí es casi el único testimonio del universal Don Quijote en Aragón y una rareza en estas tierras. La apuesta de Malanquilla por la cultura desde 1977 ha resultado ser decisiva para esta magia, intangible pero real, que a decir de muchos posee. El variado patrimonio que, además del molino, pasa por su iglesia de grandes dimensiones, con notables retablos renacentistas y barrocos, su fuente romana del siglo I, la ermita románica de Santa María, la torre medieval de La Calderuela, la nevera del siglo XVII, la ermita del Stmo. Cristo del Humilladero del mismo siglo…
Tampoco es cuestión menor -y por ello digno de mención-, la apuesta por el futuro de la actual corporación municipal, que abriendo puertas y ventanas a quien pudiera aportar algo, ha logrado sumar voluntades en pos de la causa.

La oferta gastronómica de Malanquilla no pasa tampoco desapercibida. El nuevo y moderno gastrobar Malanquilla Inédita, con un solete Repsol, unido a la tradición y al buen hacer que representa el restaurante de La Venta de Malanquilla conforman un destino apto para todo tipo de públicos. Porque en realidad qué vamos buscando cuando decidimos salir de la gran ciudad? Yo soy turista y no me basta un precioso monumento aislado que ni siquiera se si voy a poder visitar por dentro. Necesito un mínimo de satisfacciones personales para emprender el viaje. Necesito un restaurante donde comer y un hotel por si decido hacer noche. También quiero enlazar ese motivo que me lleva a viajar con otros monumentos cercanos que pueda aprovechar para visitar. Y todo eso lo tiene Malanquilla. Su recientemente inaugurado hotel y su cercanía con poblaciones de la Comunidad de Calatayud con monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad, hacen de Malanquilla un destino seguro y confortable. Podríamos añadir el carácter abierto y campechano de sus gentes, el paisaje, sus atardeceres, la limpieza de sus cielos, lo “arregladico” que está el pueblo… Será verdad entonces que Malanquilla tiene magia? Yo te aseguro que sí. Ven, compruébalo y me lo cuentas.


Que Malanquilla es una pintura, una ilusión y al tiempo una realidad, está fuera de toda duda. Es en nuestros corazones como ese niño travieso que, a pesar de todo, no puedes dejar de querer y embelesa con su mirada. Pero Malanquilla no solo necesita amor en las circunstancias actuales, necesita unos guías que, como padres entregados, le lleven con mano firme hacia un futuro por definir.
Por eso es hoy más importante que nunca que los regidores municipales que salgan de las elecciones de mayo, sean capaces de recoger tanta ilusión y convertirla en prosperidad tangible. No va a ser tarea fácil pero nada que merece la pena lo es. Habrá que redoblar esfuerzos, habrá que contar con todos y habrá que derrochar paciencia y sabiduría para elegir el mejor destino para un pueblo milenario que tanto nos está dando y que ha demostrado vocación de supervivencia.
Por eso un único deseo en este 2023: si unos padres son importantes en el transitar de un pequeño por la vida, un buen alcalde con su equipo es absolutamente fundamental para un Malanquilla en tiempos de incertidumbre para el que, sin embargo, me atrevo a predecir un futuro prometedor con nuevos milenios de gloria y esplendor.

Es época de balances y buenos deseos. Para Malanquilla este 2022 ha sido un año manifiestamente mejorable en el que pocos o ninguno de los deseos expresados el diciembre pasado se han materializado, bien es verdad que no ha sido por desidia municipal, pues esta corporación siempre ha estado vigilante para atender cualquier necesidad, más bien la inoperancia recae en otras administraciones por sus retrasos en la aprobación de proyectos y por la falta de personal para ejecutarlos.
Sea como fuere, éste ha sido el año del reencuentro en el que muchos nos hemos vuelto a sentir personas y hemos podido atender con plena normalidad nuestros quehaceres. Diríase que hemos vuelto a ser los de antes en sentido literal sin que nada de lo aprendido en este duro tiempo de restricciones nos hiciera cambiar. Ese buenismo y ese afloramiento de los mejores sentimientos se evaporó con la pandemia y cada cual sigue siendo como era.
En fin, que 2023 nos sea propicio a todos (que lo vamos necesitar) y que las elecciones que se avecinan nos traigan los gobernantes que necesitamos. Por lo demás mucha salud -ya que dinero cada vez es más difícil- y mucho amor y felicidad.
Un abrazo enorme queridos amigos y amigas que me habéis acompañado y alentado durante 2022 desde las redes sociales y desde este blog y seguido en mis intervenciones públicas. Os deseo todo lo mejor.


Después de un tiempo, demasiado, de escasa o nula actividad, en este 2022 nos hemos reencontrado con nuestros quehaceres habituales y los hemos cogido con ganas y los hemos disfrutado como nunca. En este año del reencuentro con personas y cosas, sobresale por encima de todo esa sensación de haber recuperado la libertad. Por eso y por todo te deseo la mayor felicidad en estas fiestas navideñas junto con los mejores deseos para el año que ya se vislumbra tras el horizonte.
Gracias a todos los que habéis creído en esta ilusión colectiva que es Malanquilla. Un fuerte abrazo
Este Santo universal, Patrón de Madrid y de los agricultores, que en Malanquilla se celebra de manera especial, ya tiene rostro.

Acaban de presentarse las conclusiones del estudio forense del cuerpo de San Isidro, estudio realizado a petición del Arzobispado de Madrid por distintos departamentos de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense.
Del mismo, tras un exhaustivo análisis de los restos que se custodian en la Real Colegiata de la Calle Toledo, se desprende la posible causa de la muerte del Santo por sepsis generalizada y se ha descubierto una moneda alojada en la tráquea, colocada con posterioridad a su fallecimiento.

Al parecer, según los estudios, se trataba de un hombre de rasgos africanos, de 1,85 de altura, que murió a los 45 años aproximadamente.
Las conclusiones revelan por primera vez cómo pudo ser el rostro de San Isidro de acuerdo con el perfil biométrico y cuya figura en escayola se presentó ayer.
Sin duda un riguroso estudio para analizar en profundidad que marca un hito histórico.
Como es sabido se está celebrando a lo largo de este 2022 el Año Santo de San Isidro y su cuerpo ha estado expuesto para su veneración.
Fotografías UCM/Archimadrid


Están a punto de concluir los trabajos para dotar a Malanquilla de su sendero del agua, la nieve y el viento y con ellos una legislatura marcada por los logros, fruto de la dedicación y el empeño de una corporación ejemplar.
Este cronista, que lo es de Malanquilla no de la corporación municipal de turno y que ha ejercicio su cometido bajo el mandato de diferentes signos políticos desde 1982, no tiene reparos en dedicar un merecido elogio al actual ayuntamiento, como lo ha hecho en otras ocasiones con otras corporaciones.
Los cuatro años de mandato que se acercan a su final han dado para mucho en Malanquilla. Un equipo de gobierno capaz y una oposición constructiva son y han sido la base de este nuevo resurgir que todos, al margen de ideologías, debemos aplaudir.
Claro que se quedan asuntos en la cartera, es que Malanquilla no cuenta con 30 ediles y 90 asesores; es la mínima expresión de un ayuntamiento donde tan pronto toca arreglar una tubería, presidir un acto o adecentar una calle y aún así, se ha cumplido con creces con lo que de ellos se esperaba. Justo es el reconocimiento, la gratitud y la admiración.
Una visión amplia y descentralizada de la gestión ha permitido, reordenando las bases de una participación ciudadana activa, que quienes tuvieran algo que aportar lo hicieran, lo cual lejos de personalismos obstruccionistas, ha posibilitado la colaboración de muchos y la consecución de iniciativas impensables de otra manera.
Todo es mejorable, por supuesto, pero ya nos conformaríamos si las siguientes corporaciones estuvieran al mismo nivel. Proyectos ilusionantes hay, cabe exigir a quienes deban abanderarlos, responsabilidad, dedicación y trabajo.
